lo asesinaron a tiros en un terreno donde se levantaba una construcción en el sector Puente Ayala en Barcelona.

La víctima llegó a un terreno frente al conjunto residencial El Tamarindo, allí pretendía cuadrar un nuevo empleo

Iba en búsqueda de trabajo y encontró la muerte.

Al obrero Saúl Márquez de 23 años, lo asesinaron a tiros en un terreno donde se levantaba una construcción en el sector Puente Ayala en Barcelona.

Alrededor de las 7:30 de la mañana de ayer, el hombre llegó a un terreno frente al conjunto residencial El Tamarindo en compañía de otra persona. Allí pretendía cuadrar un nuevo empleo, pues -presuntamente- la obra en la que laboraba estaba paralizada por falta de material.

Solo tenía un par de minutos en el lugar cuando dos balas provenientes de un vehículo le arrebataron la vida y los tripulantes huyeron en dirección a la penitenciaría José Antonio Anzoátegui concida como “Puete Ayala”. Los tiros se le alojaron en su cabeza y espalda.

Versiones extraoficiales presumen que se trate de delincuentes de Los Olivos, barrio adyacente al lugar del homicidio.

El vigilante Ramón González llegó hasta donde yacía el cuerpo ensangrentado y aseguró ser compañero de trabajo de Márquez en una empresa cercana.

Relató que hasta las 7:00 de la mañana estuvo conversando con él y sabía que iría en búsqueda de empleo en el área de construcción.

Su compinche de faena aseguró que el obrero era un hombre honesto a quien no se le conocían enemigos. En eso coincidió su esposa, Ludia García.

Aunque la fémina admitió que el muchacho estuvo preso durante un día por presuntamente participar en saqueos, rechazó la suposición de que existiera alguien que quisiera hacerle daño.

Su versión de los hechos es distinta. Su esposo salió de su casa en el sector 23 de Enero de

El Viñedo a las 6:00 de la mañana.

Durante la despedida, el hombre le recordó que iría a “matar un tigrito” y a montar un techo en Confinanzas en el sector La Ponderosa, a más de un kilómetro y medio del lugar donde murió.

La mujer, quien es ama de casa, exigió justicia y pidió que las autoridades resuelvan el homicidio de su esposo lo antes posible.

Trascendió que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas inició las pesquisas del caso para determinar culpabilidades.

Padre deja tres hijos

El ama de casa Ludia García contó que su esposo, el obrero Saúl Márquez, dejó tres niños uno de dos años, otro de cuatro y un último de nueve.

García relató que Márquez era el menor de 10 hermanos y era un buen padre y esposo.

Aunque aparentemente nunca había estado involucrado en riñas, autoridades sospechan que se trató de un ajuste de cuentas.