Según el exalcalde de El Tigre, Ernesto Paraqueima Luiggi, la criminalidad en el país se encuentra en una etapa desafiante contra el Estado y las instituciones encargadas del orden público, a tal grado de llegar a tener actos abominables a la par de México y Colombia.
Dijo el sociólogo y profesor universitario que los decapitados en plazas públicas, los explotados con granadas, los colgados en puentes y pasarelas, los descuartizados a machetazos, los obligados a comerse los dedos, los desaparecidos con ácido, son algunas de las monstruosas formas de asesinato en Venezuela.
De igual manera, resaltó que: "cuando el criminal deja un mensaje justificando sus actos aborrecibles, es porque asume el vacío que ha dejado el Estado. Los últimos estudios calculan que existe un aproximado de 600 mil criminales que tienen el poder de más de 4 millones de armas de baja y alta potencia. La revolución bolivariana, siguiendo los planteamientos históricos de la izquierda, se dedicó de manera positiva a querer transformar las condiciones sociales en el área de salud, educación, cultura, vivienda, deportes, más programas proteccionistas, intentando fortalecer y apoyar a las grandes mayorías excluidas, sin embargo, lo que tenemos hoy es a un individuo corrupto, mentiroso, vivo, holgazán, pedigüeño, irresponsable y parasitario, sumergido en códigos de violencia absoluta generados por narco novelas, impunidad, corrupción policial, descomposición familiar, falta de valores y una ética que sólo le enseña una lista de derechos, pero jamás de deberes ciudadanos. Lo que voy a decir es duro, pero es una verdad del tamaño del sol, la mejor política que podemos tener contra el hamponato asesino y criminal es: su eliminación física. Esto se acabará cuando los encargados del orden le metan una bala en la cabeza a cada uno de los pranes, jefes y miembros de menor grado de cada banda delictiva. No es de izquierda ser tolerante con este tipo de lacra social, tan sólo veamos el caso de un alcalde en China que por recibir 3 millones de euros en comisiones fue condenado a pena de muerte, al igual que a un alto banquero que estafó a millones de clientes en el gigante asiático. Países con sistemas de gobierno anti neoliberales como: Cuba, China, Siria, Irán, Vietnam y Corea del Norte que castigan con la muerte a todo aquel que cometa actos criminales. El mismo Libertador Simón Bolívar decretó la pena de muerte para todo funcionario público, a quién se le convenciera en juicio sumario de haber malversado fondos públicos. Si el Estado venezolano declara unas políticas radicales contra el hampa, los venezolanos pudieran tener un mes de diciembre con grandes limitaciones económicas, pero felices y tranquilos desde el punto de vista de la seguridad personal. El Estado debe enlutarle las navidades a los criminales, sino corre el riesgo que la crisis se agudice mucho más", dijo el exalcalde de El Tigre Ernesto Paraqueima Luiggi.
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